jueves, 27 de noviembre de 2014

México: La Masacre de Iguala












//EDITORIAL//

MÉXICO, COMO SIEMPRE, "POPULISMO CONTRA PUEBLO"


“Una gran parte de la población sigue encerrada en la jaula de la melancolía, (…). El priísmo es una enfermedad política y muchos mexicanos son portadores del virus.”(…) “En México (…) creció una cultura política que definió un carácter nacional sumergido en la desidia, la zozobra, el relajo, el sentimentalismo, el resentimiento y la evasión. En esta cultura no había espacio para la dignidad. El pueblo era definido como una masa de indios agachados y de pelados albureros. En esta cultura cantinflesca (donde) no cabía la dignidad democrática (se) legitimó al autoritarismo nacionalista del que surgió esa patología, ese morbo melancólico que engendró el régimen de la revolución institucionalizada”
ROGER BARTRA

“La Jaula Abierta”
Noviembre 2011
I.- Situación General

La prensa internacional ha hecho amplio eco a la desaparición y presumible ejecución de 43 normalistas rurales provenientes del poblado de Ayotzinapan, Guerrero, cuando manifestaban en la ciudad de Iguala, en el mismo Estado. Quizás menos conocida para los lectores sea otra matanza que se llevó a cabo unos días previos en Tlatlaya, Estado de México, de 22 personas, hasta donde se sabe inocentes de todo crimen, en manos de elementos del ejército mexicano.

Los casos de Iguala y Tlatlaya "son las peores atrocidades que hemos visto en México en años, pero no se trata de incidentes aislados", dijo José Miguel Vivanco Director Ejecutivo para las Américas de Human Rights Watch. El Director Ejecutivo Vivanco es muy joven o está mal informado. 

La historia del PRI y del régimen populista mexicano es la historia de, cómo mínimo, cuarenta años de un autoritarismo sangriento, sólo superado en el mundo, eso sí, por los totalitarismos comunistas stalinistas-maoistas, los nazi-fascistas o los regímenes dictatoriales militares que pulularon en América Latina.

La memoria popular cotidiana de la ciudadanía mexicana indica claramente que, arrancando por la monumental (e incomensurada hasta hoy) masacre de Tlatelolco en 1968 (era necesario “preservar la imagen de México” porque venían las Olimpíadas para lo cual los soldados ametrallaron a mansalva a miles de estudiantes), siguiendo por la muerte sistemática, año tras año, de periodistas que colocan a México en el top más peligroso del ranking americano de la organización Reporteros Sin Fronteras (“México es uno de los países más peligrosos del mundo para los periodistas; las amenazas y los asesinatos a manos del crimen organizado –incluso de las autoridades corruptas– son cosa de todos los días. Este clima de miedo, junto con la impunidad que prevalece, genera autocensura, perjudicial para la libertad de información”. http://es.rsf.org/report-mexico,184.html), o las más de 5000 mujeres asesinadas en Ciudad Juárez en los últimos años, o las muchas centenas de asesinatos masivos llevados a cabo en los Estados del Norte del país, el régimen priísta ha sido históricamente uno de los más represivos. 

Un solo ejemplo más del año 2010. En agosto de ese año, 72 trabajadores migrantes fueron acribillados en San Fernando, estado de Tamaulipas, presumiblemente por los narco-traficantes de la banda de Los Zetas. Cuatro años después sólo 12 cadáveres han sido identificados. 

Y podríamos terminar disgustando al lector con una macabra enumeración de muertos, fosas comunes, asesinatos masivos, arreglos de cuentas entre facciones políticas, sindicales, amaneceres en los pueblos con cadáveres colgando de los puentes, traficantes de vidas humanas, de armas, de drogas y de todo lo que sea posible imaginar.

Así que, lo que sí es pertinente de lo que denuncia recientemente Human Rights Watch, es que “…no son incidentes aislados…”, aunque estén muy lejos de ser “las peores atrocidades”.

Como sucede casi de rutina, el gobierno mexicano es sistemáticamente reticente a investigar. En el caso que nos interesa ahora, por reciente y actual, las autoridades llevaron a cabo investigaciones tardías y, hasta ahora, ineficaces sobre las desapariciones forzadas de los 43 estudiantes en Iguala, Guerrero y sobre el asesinato de 22 personas en Tlatlaya, Estado de México. Human Rights Watch denuncia que, en el caso de Tlatlaya, los ministerios públicos estatales procuraron encubrir la actuación de militares obteniendo testimonios coaccionados de las testigos de los hechos.

No solamente las procuradurías estatales no colaboran ni intentan aclarar lo acontecido: “Por el contrario, estos homicidios y desapariciones forzadas reflejan un patrón más amplio de abusos y son en buena medida consecuencia del persistente fracaso de las autoridades mexicanas para abordar este problema” (HRW). La situación no es muy distinta en lo referente a la Procuraduría a nivel federal. “No obstante, la respuesta inicial de la Procuraduría General de la República (PGR) a estos casos ha estado marcada por demoras significativas”. (HRW)

II.- Los dos casos recientes (en base a Informe de Human Rights Watch)

A.- En el caso de Iguala, las autoridades iniciaron la investigación 10 días después de que los estudiantes desaparecieran. 
“Estas demoras inexcusables han dañado fuertemente la credibilidad de la PGR y han generado una presión creciente para que este organismo muestre resultados”, sostuvo Vivanco. “Pero sería un grave error que la PGR pasara de hacer poco o nada sobre estos casos a apurarse a llegar a conclusiones infundadas para dar respuestas sin sustento a los casos”.

En Iguala, cerca de 30 miembros de la policía municipal abrieron fuego sin previo aviso el 26 de septiembre contra tres autobuses que llevaban aproximadamente 90 normalistas de Ayotzinapa, hiriendo a más de 15 estudiantes, incluido uno que recibió un disparo en la cabeza y se encuentra en estado vegetativo. Durante este incidente y uno posterior en el cual personas no identificadas dispararon en contra de los estudiantes y otros civiles, seis personas perdieron la vida.

Los estudiantes estaban regresando luego de haber tomado autobuses en Iguala con el propósito de viajar al Distrito Federal para participar en las manifestaciones conmemorativas del 2 de octubre, aniversario de la ya mencionada matanza de Tlatelolco. 

Los policías ordenaron a los estudiantes del tercer autobús que bajaran y los golpearon y los obligaron a punta de pistola a acostarse al costado del camino, dijeron testigos a Human Rights Watch. Luego, los policías obligaron a los estudiantes a subir a por lo menos tres autos de la policía, en los cuales se los llevaron. Aún se desconoce el paradero de 43 estudiantes.
Las autoridades federales y estatales no intervinieron para proteger a los estudiantes, a pesar de que grupos locales de derechos humanos alertaron al gobierno del estado sobre los incidentes en el momento que estaba ocurriendo, y los autobuses fueron parados a 100 metros de una base militar.

Más de 50 personas han sido detenidas y más de 20 han sido consignadas por su presunta participación en los hechos en Iguala. En sus sucesivas conferencias de prensa, el Procurador General de la Nación no ha aportado más que obviedades o generalidades salvo en lo que concierne a la evidente connivencia entre las autoridades municipales de Iguala que aparecen comprometidas y el gobernador de Guerrero (que ya comienza a “desaparecer” del caso) con el grupo del crimen organizado “Guerreros Unidos”, con el que hay una notoria complicidad. Es de hacer notar que en la búsqueda de los 43 normalistas desaparecidos han aparecido varias fosas comunes de cuya existencia no se tenía conocimiento. Y se han encontrado cadáveres, calcinados algunos, en bolsas arrojadas a un río, otros que no coinciden con los desaparecidos. Todo indica que en los alrededores de Iguala están asentadas muchas fosas comunes o enterraderos de cadáveres de los que no se tenía el menor conocimiento.

B.- En el episodio de Tlatlaya, la PGR tardó tres meses en intervenir.

Los militares mataron a 22 personas que se encontraban dentro de una bodega vacía el 30 de junio. Según testigos y un informe de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), al menos 12 de ellos fueron ejecutados extrajudicialmente.
Fiscales detuvieron a dos de las tres testigos, las golpearon, asfixiaron repetidamente con una bolsa y amenazaron con abusar sexualmente para forzarlas a confesar que tenían vínculos con las personas asesinadas en los incidentes y a señalar que los militares no eran responsables de los asesinatos, determinó la CNDH. Una tercera testigo, quien vio cómo los militares ejecutaban a su hija, también fue amenazada y maltratada. Además, policías obligaron a las tres testigos a firmar documentos, cuyo contenido no pudieron leer.

Durante semanas, la Secretaría de la Defensa Nacional, el gobernador del Estado de México, y el Procurador General de Justicia del Estado de México sostuvieron la versión oficial, según la cual las personas ejecutadas habían muerto en un enfrentamiento y los militares habían actuado de forma adecuada.

La PGR sólo intervino en la investigación de las presuntas ejecuciones tres meses después, luego de que la revista Esquire publicara el 17 de septiembre una entrevista a una de las testigos con su versión de los hechos.

El 25 de septiembre detuvieron a 24 soldados y un teniente que presuntamente participaron en los incidentes, y consignó a ocho de ellos por violaciones a la disciplina militar. El 30 de septiembre, la PGR consignó a siete soldados y al teniente de “ejercicio indebido del servicio público”. Tres de ellos además fueron acusados de “abuso de autoridad, homicidio calificado en agravio de ocho personas y alteración ilícita del lugar y vestigios del hecho delictivo”.

C.- En febrero de 2013, Human Rights Watch publicó un informe titulado "Los desaparecidos de México: el persistente costo de una crisis ignorada", donde se documentan 149 casos de desapariciones forzadas en los cuales existe evidencia convincente de la participación de agentes de todas las fuerzas de seguridad en los hechos, cometidos durante el gobierno de Felipe Calderón. Nadie ha sido condenado en estos casos de desaparición forzada ni en ningún otro cometido después de 2006, según información oficial. Estamos a fines de 2014 y la situación es la reseñada.

III.- De la naturaleza del régimen mexicano.

El 11/10/1990, la Revista “Vuelta” organizó, bajo el título “La experiencia de la libertad”, una serie de eventos televisivos en México donde concurrieron un buen número de intelectuales y periodistas. En la última entrega del ciclo (ciclo organizado, conviene precisarlo, en homenaje a la caída del Muro de Berlín y el desmantelamiento del comunismo del bloque soviético), Mario Vargas Llosa pronunció su conocida expresión: “El PRI es la dictadura perfecta”. (Ver https://www.youtube.com/watch?v=rvHQIn21HJQ)
Las anécdotas a próposito de esa caracterización, más bien imprecisa y algo efectista, los conflictos que ella desató entre Vargas Llosa, Octavio Paz y Enrique Krauze, entre otros, no son de particular interés aquí. Lo que conviene retener en esta nota editorial era que Vargas Llosa estaba utilizando un lenguaje equivocado para designar un estado de cosas brutalmente autoritario pero que no podía ser llamado “dictadura”. De lo que Vargas Llosa hablaba era de un régimen populista y, como tal, brutalmente autoritario, como acaban de demostrar los acontecimientos hoy tratados por toda la prensa mundial. 

Nada de esto es nuevo. Ni siquiera la denominación que usamos que, quizás, lo único que aporta es una cierta precisión.

El proceso de enquistamiento del populismo en México se relaciona con la historia posterior a la Revolución de 1910 en ese país. Si bien durante el siglo XIX, desde la Independencia hasta la caída de Porfirio Díaz, México padeció, por períodos, los clásicos procesos de caudillismo y autoritarismo que caracterizaron a toda América Latina, también es cierto que la lucha contra la ocupación francesa y el intento imperial de Maximiliano de Austria le dan a la historia mexicana de ese período una marcada originalidad.

Entre otras, destaca el papel de Benito Juárez, en más de un sentido fundador y punto de partida del poderoso pensamiento liberal del México decimonónico, probablemente uno de los más significativos de América Latina. 

En un ya clásico y descollante texto (“México. A Biography of Power. A History of Modern México, 1810-1996”, 1997, HarperCollins, NY.), Enrique Krauze da cuenta del paulatino proceso de distorsión y adulteración del liberalismo juarista a lo largo del extenso período porfiriano que terminará capturado por el positivismo (como sucedió en el Brasil, por ejemplo). Así y todo, tal era la fuerza del pensamiento liberal en México que la propia Revolución estallará como una reivindicación liberal y democrática en la voz de su primer líder y “Apóstol de la democracia”, Francisco I. Madero. 

Al mismo tiempo Krauze explica cómo, algo más tarde, asesinado Madero, el régimen populista emergido de la Revolución del 10 reinventará e impondrá por la fuerza una historia antiliberal y autoritaria destinada a borrar el origen liberal y democrático de la Revolución y publicitará un relato caudillesco, autoritario, sanguinario, revanchista y antidemocrático que será la base de la tragedia populista mexicana hasta la fecha. 

El populismo mexicano se instauró, entonces, como la peor de las salidas políticas posibles a la Revolución iniciada en 1910. Luego de casi 20 años de guerra civil, la idea de construir una “solución política” que terminase con la hobbesiana “guerra de todos contra todos” que reinaba, se abre camino y se echan las bases del populismo mexicano. En lugar de intentar continuar en el camino de algunos tibios intentos de construir instituciones jurídicas civilizadas (como lo intenta Carranza), la solución para “detener la Revolución” tomará la forma de la construcción de un enorme aparato-partido corporativo, vertical y prácticamente único que se erigió en “El conductor” de la siempre castigada sociedad civil mexicana.

La vigencia de este Leviatán populista va, al menos, de 1929 a la fecha. El nacimiento del Partido Nacional Revolucionario (PNR), en 1929 bajo Calles, luego su mutación, en 1938, en el Partido de la Revolución Mexicana (PRM) de Cárdenas y, finalmente, a partir de 1946, se verá emerger el increíble nombre de “Partido Revolucionario Institucional o PRI” que refleja, en su semántica intrínsecamente contradictoria, el carácter particularmente perverso (“la revolución institucionalizada”) del régimen que describe Roger Bartra en nuestro acápite. Como se sabe, el PRI perderá las elecciones en el 2000 y, sorprendentemente, cederá el poder, permitiendo una alternancia política pacífica sorpresiva, luego del larguísimo período de autoritarismo populista resumido. Sin embargo, en 2012, el primer “tele-presidente” de México como acaba de bautizarlo Juan Villoro (redesquintopoder.com/villoro-reinodeoz/) asume el poder con la ya añeja tradición populista del PRI sobre sus esmirriados hombros.

A diferencia de los recientes neo-populismos de circunstancia que nos aquejan hoy en América Latina, desde que fracasó el retorno de la democracia (chavismos, kirchnerismos, “correísmos”, “orteguismos” y otros populismos parvenus), el populismo mexicano tiene más de 80 años cumplidos y es bastante “mayor” que el también sobreviviente peronismo. A diferencia de éste, el populismo mexicano en ocho décadas transformó a México en una sociedad altamente desigual, a la vez tradicional-campesina por un lado y moderna y razonablemente avanzada por el otro, al punto que es la socia comercial principal de los EE.UU. en la actualidad. 

Sin embargo, aunque el PRI fue un actor clave en la construcción de México que se visualiza a sí mismo como “moderno”, nada de democráticamente muy rescatable hay en este desempeño histórico político.

Comparte las características de muchos populismos (corrupción generalizada, carencias fundamentales en el funcionamiento del Estado de derecho, pervivencia de modalidades particularmente inciviles de manejo del Estado con la sociedad civil y una larguísima lista de problemas para gerenciar democráticamente al país) que están y siguen presentes en México. En la última década, el crimen organizado, que está destruyendo sectores enteros de la sociedad, es un proceso que, sin dudas, guarda relación con la raigambre populista del México post-revolucionario. Esto se ha transformado en una patología dentro de la patología política mexicana en la medida en que la élite política del país está en proceso de imbricación con los sectores sociales del crimen organizado. 

El ejemplo mexicano y sus probables derroteros son relevantes porque es el único caso, en América Latina, en el que el populismo se ha entronizado en “régimen”. Si, en otros casos, el populismo puede concebirse como meras “formas de hacer política”, “procesos de transición”, “coyunturas fundacionales”, o “intervenciones” populistas, en México el populismo se instaló como un verdadero régimen político cuya estabilidad/permanencia descansa (no en las instituciones del Estado de derecho) en las reglas consuetudinarias no escritas de la clase política “revolucionaria” emergente de la Revolución mexicana.

La multiplicación de autoritarismos populistas a lo largo y a lo ancho de América Latina (y también más allá, pero eso no nos compete aquí) y el evidente retroceso de las formas democráticas republicanas, liberales y representativas nos obligan a vigilar al régimen mexicano con particular atención.

N. de Editorialista

En el momento de la redacción de esta nota, el régimen de Peña Nieto ha optado por detener y acusar de delincuencia organizada, motín, terrorismo y tentativa de homicidio a 11 estudiantes manifestantes detenidos en el desalojo del Zócalo de la Capital. No han tenido acceso a otro abogado que un defensor de oficio y ya han sido trasladados a cárceles de alta seguridad, sin juicio alguno, en Veracruz, los hombres, y en Nayarit, las mujeres.

miércoles, 26 de noviembre de 2014

UN SULTÁN A LA DERIVA




Erdogan


Erdogan, un sultán a la deriva

El presidente turco afirma que hombres y mujeres no son iguales
         Asegura que los musulmanes descubrieron América


José Miguel CalatayudEstambul 25 NOV 2014 -
 

La personalidad expansiva de Recep Tayyip Erdogan parece quedarse pequeña para la Presidencia de Turquía (un cargo políticamente neutral), para la que fue elegido en agosto tras 11 años en el poder como primer ministro. Ya antes de ganar las elecciones Erdogan insistía en que su objetivo era crear una “nueva Turquía” y en que “la vieja Turquía” era “cosa del pasado”. Y hoy parece que esta “nueva Turquía” tiene que corresponderse con las opiniones conservadoras e ideales religiosos de su nuevo presidente.

“No se puede poner a mujeres y a hombres en los mismos puestos, esto no es natural porque su naturaleza es diferente”, aseguró el lunes Erdogan en la Conferencia sobre Mujeres y Justicia en Estambul. “Nuestra religión [el islam] define el lugar de la mujer: la maternidad. Hay gente que lo entiende y gente que no. No se puede explicar esto a las feministas porque no aceptan el concepto de maternidad”.

Las declaraciones de Erdogan encajan con la idea de sociedad que trató de configurar en sus Gobiernos. Quiso limitar el derecho al aborto, ha repetido que “las mujeres deberían tener al menos tres hijos” y se ha opuesto a que chicos y chicas puedan alojarse juntos en pisos y en residencias de estudiantes. Además, su Ejecutivo restringió la publicidad y la venta de alcohol, y dio más espacio público y en la educación a la rama suní de la religión islámica, la mayoritaria en Turquía.

La centralidad del islam para Erdogan choca con los principios estrictamente seculares de la República Turca, fundada en 1923 por Mustafá Kemal, Atatürk, y preocupa a buena parte de la sociedad turca. En este sentido, hace sólo dos semanas Erdogan sorprendió a todos cuando aseguró en otro acto público que navegantes musulmanes habían descubierto América siglos antes que Cristóbal Colón.Las críticas, y hasta las burlas, recibidas le llevaron a insistir en esta idea, para la que no existe evidencia histórica.

“Por supuesto que no comparto la totalidad de sus ideas sobre diferentes temas y su modo de exponerlas, por ejemplo, sobre la igualdad de los sexos”, comenta Akin Özcer, exdiplomático turco y escritor. “Pero no acepto que [Erdogan] sea injustamente satanizado para cambiar el orden del día actual y ocultar los problemas reales de Turquía”.

Más preocupante para sus críticos que esas llamativas declaraciones, son otras según las que se podría entender que Erdogan se considera a sí mismo por encima de la ley. “No importa lo malas que sean las leyes: si es un sultán justo el que las ejecuta entonces llevarán a buenos resultados”, aseguró este martes.

Dichos y hechos

§   “No se puede poner a mujeres y a hombres en los mismos puestos porque su naturaleza es diferente. Las feministas no lo entienden porque no aceptan el concepto de maternidad. Las mujeres deberían tener al menos tres hijos”.

§  Erdogan aseguró en un acto público que navegantes musulmanes habían descubierto América siglos antes que Cristóbal Colón. Pese a no contar con evidencias históricas, ha insistido en esta idea.

Erdogan se refería con esas palabras a una reciente decisión judicial que ha paralizado un proyecto de desarrollo de uno de los puertos de Estambul. A pesar de que en Turquía rige la separación de poderes, en su última legislatura como jefe de Gobierno, Erdogan sometió el poder judicial al del Ejecutivo y purgó a miles de fiscales, jueces y policías. Tras estas maniobras, el mes pasado, la Fiscalía de Estambul declinó presentar cargos contra los 53 sospechosos de un caso de corrupción que hace dos años había provocado la caída de cuatro ministros y salpicado al propio Erdogan.

Alabado por democratizar Turquía y desarrollar rápidamente la economía durante sus primeros años en el poder, el papel de Erdogan ha pasado de ser un modelo a seguir para otros países musulmanes a una figura sobre la que preocupa su deriva autoritaria, alertan sus críticos.
§   
“[Erdogan] No se da cuenta de cómo lo consideran ahora, no sólo en Occidente sino también en su región, y no se da cuenta de lo importante que es esto para la reputación internacional de Turquía, que sigue empeorando”, comenta Gareth Jenkins, del Instituto para Asia Central y el Cáucaso y que lleva 25 años establecido en Turquía.

Erdogan podría ocupar la presidencia hasta 2023, cuando se cumplirá el centenario de la República de Turquía, a cuyo fundador parece empeñado en superar. De hecho, ya ha cambiado la sede tradicional de la Presidencia y antigua residencia de Atatürk por un palacio majestuoso, cuyo coste supera los 600 millones de dólares y que tiene un millar de habitaciones.

sábado, 22 de noviembre de 2014

¿Una redistribución de los espacios de influencia geopolítica a nivel global?



  La UE y la Unión Euroasiática: ¿competidoras o complementarias?



Eurasian Economic Union - EU Eastern Partnership. Unión Económica Euroasiática - Asoaciación Oriental UE. Blog Elcano
                               
 Unión Económica Euroasiática – Asociación Oriental UE


Para Rusia se trata claramente de una cuestión de competir: o la UE o la Unión Euroasiática, y ni Ucrania ni otros países en la “vecindad compartida” pueden pertenecer a ambos mundos. Rusia incluso ha llegado a recurrir a la fuerza militar para recalcar su posición al respecto. El objetivo de Moscú es recuperar el control sobre Ucrania y los otros países de la región cuyas miradas empezaban a dirigirse hacia el oeste. Esta es la esencia del conflicto ucraniano.

Pero no ha sido siempre así. Rusia no siempre se ha opuesto a unas relaciones más cercanas entre Europa Oriental y la UE. En 2004 el presidente Putin dio su beneplácito a la idea de una Ucrania integrada en la Unión, afirmando que sería beneficiosa también para Rusia. Y en años recientes Bruselas ha intentado repetidamente incluir la Asociación Oriental y los acuerdos de asociación en la agenda de las cumbres bianuales entre la UE y Rusia. Esta última sencillamente no mostraba ningún interés y por eso muchos en la UE pensaron que mientras que a Rusia no le satisfacía el acuerdo de asociación tampoco se opondría a él con demasiada firmeza.

Sin embargo, ya había indicios de lo que depararía el futuro. En 2011 Moscú creó su propio proyecto integrador, formalmente siguiendo el modelo de la UE: la Unión Euroasiática o, mejor dicho, la Unión Económica Euroasiática. Pero hasta el verano pasado no había indicios de que Rusia iría mucho más lejos, arriesgándose así a provocar un conflicto con Occidente. La opinión generalizada ha sido siempre que Rusia se opone a la OTAN en su vecindad, pero no a la UE. Se esperaba una reacción rusa, pero desde luego no que se tratara abiertamente de una agresión militar.

¿Cómo se ha visto involucrada la UE en este conflicto? La Asociación Oriental, el marco del que surgieron los Acuerdos de Asociación, fue una iniciativa polaca. Polonia quiere lo que quiso Alemania y que consiguió hace años: una vecindad estable en el este. La inestabilidad en su vecindad oriental, en Ucrania, se consideraba potencialmente peligrosa para Polonia y la asociación con la UE se consideró una forma de estabilizar tanto Ucrania como otros países de Europa Oriental.

Por este motivo, Radek Sikorski diseño la iniciativa y la presentó al ministro alemán de Exteriores Steinmeier en 2008. La respuesta de Steinmeier fue negativa –en ese momento trabajaba con Moscú en una asociación para la modernización–. En consecuencia, Sikorski recurrió al ministro sueco de Exteriores Carl Bildt y juntos presentaron la Asociación Oriental al Consejo de Asuntos Exteriores de la UE –a los ministros de Exteriores de la UE–, que respondieron positivamente.

Así se convirtió la Asociación Oriental en una política oficial de la UE. Sin embargo, desde el inicio fue una política débil puesto que los grandes Estados miembros, primero Alemania pero también Francia y otros, no la apoyaron con ninguna convicción. Dejaron la política a Bruselas, a la Comisión y posteriormente también al Servicio de Acción Exterior. Berlín no se responsabilizó de la iniciativa, ni Merkel le puso las cosas claras a Putin ni en 2010, ni en 2011 o 2012, mucho antes de que estallara el conflicto.

Para la UE, para la mayoría de Estados miembros, no había ninguna incompatibilidad entre Rusia y la integración europea, puesto que no existía ninguna presión por parte europea. La Asociación Oriental tenía poca financiación y no presentaba ninguna perspectiva de integración. Había motivos obvios: ninguna capital europea deseaba fomentar la tensión con Rusia a causa de Ucrania. Simplemente, preferían que la situación se mantuviera tal cual, mientras que no preveían que el Acuerdo de Asociación cambiara gran cosa. La verdad es que Occidente no tenía mucho interés en sus vecinos del este y la Asociación Oriental suponía una forma amable de manifestar esta opinión.

Durante dos décadas Occidente había otorgado implícitamente a Rusia una zona de influencia en el espacio post-soviético. Tanto la UE como EEUU tenían una política de Rusia primero, sin importarles demasiado ni Asia Central, ni el Cáucaso Sur ni países como Bielorrusia, Ucrania y Moldavia.

Cuando en 2013 Armenia súbitamente puso fin a sus negociaciones con la UE sobre un Acuerdo de Asociación al anunciar el presidente Sargsyan que Armenia se incorporaría a la Unión Económica Euroasiática –el grupo ruso–, nadie en la UE se opuso o intentó convencerles de lo contrario. Casi fue un alivio en las capitales europeas, pues no había ningún deseo de cambiar nada en el espacio post-soviético. La UE deseaba sobre todo la estabilidad y esto suponía no alterar un orden establecido por Moscú en el espacio post-soviético, aunque esto supusiera de facto una soberanía limitada para los países en cuestión.

La UE, sobre todo la mayoría de los países de Europa Occidental, no mostró un gran interés en la región, pero a esta última sí le empezó a interesar cada vez más la UE, especialmente tras las revoluciones de colores. Fue el poder del pueblo el que condujo a un aumento de las tensiones entre varios de estos países y Rusia y fue el poder del pueblo el que obligó a Occidente a involucrarse, pero desde luego no fue la geopolítica occidental.

Germany forced to keep ties with Russia



Competing Ties Force Germany to Mediate in Ukraine

November 19, 2014 | 1015 GMT



Summary

On Nov. 18, German Foreign Minister Frank-Walter Steinmeier traveled to Kiev and Moscow in an effort to mediate a de-escalation of hostilities in eastern Ukraine. He met with Ukrainian President Petro Poroshenko, Russian Foreign Minister Sergei Lavrov and Russian President Vladimir Putin. Steinmeier's visits come days after German officials confirmed that one of the country's diplomats in Moscow was expelled in retaliation for Germany's expulsion of a Russian diplomat from the consulate in Bonn, reportedly on the grounds that the official was involved in espionage. 

Despite the expulsions, Germany's goal is to maintain its ties with Russia, avoid more significant EU sanctions on the Russian economy and ensure that a cease-fire is maintained in eastern Ukraine. While German leaders will continue taking calculated steps to censure the Kremlin, as long as Russian-backed separatists do not significantly expand the territories under their control, Germany will avoid taking concrete measures that would further harm its commercial and political relationship with Russia.

Analysis

The tit-for-tat diplomatic expulsions in Russia and Germany came as the Polish government expelled a Russian diplomat, allegedly a member of Russian military intelligence, who was in contact with a Polish colonel now in custody on espionage charges. The Kremlin responded by expelling several Polish officials from Moscow. Interestingly, while diplomatic expulsions are far from rare in the region, Germany typically does not rebuke the Russian Foreign Ministry publicly.

Expelling foreign diplomats is a low-cost tool for governments to publicly express their concerns about other countries' actions. Host governments are aware that diplomatic missions organize foreign intelligence activities and often track specific individuals with diplomatic passports involved in covert foreign operations. The decision to expel diplomats takes place either when the host government wishes to send a public message to its foreign partner or when the foreign agent's activities become too flagrant for the host government to ignore. Diplomatic expulsions generally result in the foreign government retaliating with its own expulsions, which often mirror the original expulsions in numbers and rank.

Nevertheless, expulsions do not usually cause significant harm to bilateral relations. Germany and Poland's decision to reveal some of these activities and expel officials with diplomatic passports is intended as a low-risk public gesture, both to their domestic audiences and to the Kremlin, to demonstrate their opposition to Russia's overt and covert activities abroad.

Germany's Priorities

Berlin values its highly pragmatic relationship with Moscow. Because of Germany's geographic position on the North European Plain, Berlin has historically formulated its foreign policy with both Russia and France in mind. Germany's relationship with these two powers shaped both major conflicts of the 20th century. Today, Germany's imperative includes maintaining its close relationship with its neighbors to the west and keeping European markets open to trade while also safeguarding its close commercial and political ties with Russia to the east.


As the leading power in the European Union, Germany must also balance the diverse security and economic concerns of the bloc's members. The Baltic states and Poland want a more assertive pan-European stance regarding Russia, while the European states farther from Russia geographically -- and often with close business ties to the country -- prefer a less confrontational stance and oppose further economic sanctions.

A new round of significant economic sanctions on Russia would harm German businesses and the European Union's economy as a whole. Although German Chancellor Angela Merkel has blamed Russia publicly for facilitating some of the ongoing fighting in Ukraine, recently she has advocated adding separatist leaders to the EU sanctions list and opposed an extension of sanctions that affect Russia's economy.

In order to avoid any potential new economic sanctions on Russia, Germany is working to salvage the Minsk agreements that led to the cease-fire in eastern Ukraine in early September. Should the cease-fire officially end and Russian-backed forces choose to expand their territorial control to important towns such as Mariupol, Eastern Europe and some segments of the German population would increase their calls for Berlin to support new sanctions.

The success of the cease-fire hinges on the Kremlin's decision-making, as Russia continues to provide separatists with weapons, equipment and personnel. During the G-20 summit in Australia, Putin and Merkel had a lengthy bilateral meeting that focused mostly on the situation in eastern Ukraine. Moreover, during his visit to Kiev and Moscow on Nov. 18, Steinmeier worked to bring all sides back to the negotiating table.

Russia's Perspective

Just as German leaders strive to preserve ties with Russia, the Kremlin is working to maintain a good relationship not only with German leaders, but also with the German public. On Nov. 16, German television channel ARD aired a taped interview with Putin in which -- while occasionally adding phrases in German -- the Russian president outlined his view of the Ukraine crisis. While comparing Crimea's referendum to Kosovo's independence and voicing concerns over an alleged potential for ethnic cleansing in Ukraine, Putin also presented several stipulations that the Kremlin wants to form the basis for a negotiation over the future of Ukraine, including federalization and the withdrawal of Ukrainian military forces from certain towns and villages. Putin alluded to the idea that while Russia is asked frequently to influence the separatists in Ukraine, Berlin should influence the government in Kiev in order for the sides to come to an understanding. Russia could be seeking Germany's backing in persuading Kiev to negotiate over issues such as federalization and withdrawal from some parts of Luhansk and Donetsk provinces -- demands that the Ukrainian government has opposed thus far.

The German government is influential not only in the European Union, but also in Kiev. Berlin will play a central role in determining the level of much-needed financial aid and political support Ukraine will receive from the European Union. Moreover, key members of the pro-Western alliance in Kiev have longstanding ties to Germany and German institutions. Putin's suggestion that Kiev must be influenced to cooperate in future negotiations is an indirect reference to this relationship. The Kremlin is aware of Germany's ties to Ukraine and of Berlin's need to maintain good relations with Moscow. These relationships motivate Germany to continue acting as a mediator in efforts to alleviate tensions in eastern Ukraine.

Un G20 entre la crisis económica global y un tono de “Guerra Fría”





//EDITORIAL//

LAS SIESTAS DE LOS G-20, AHORA CON "ICE COLD WAR"



De manera particularmente sorprendente, la prensa informa, al inicio de este evento del G-20, que este grupo, que reúne a los 20 países más poderosos del mundo, “…considera que las más de mil medidas presentadas por todos los miembros para acelerar el crecimiento y favorecer la creación de empleo desde principios de año podrían impulsar el producto interior bruto (PIB) global un 2,1% hasta 2018”

Ello es lo que se informa al mundo en base a lo que se conoce del borrador del comunicado final sobre el que trabajan este fin de semana del 15-16 de noviembre los líderes del G20 en Brisbane, en Australia. Esta nueva proyección de crecimiento está por encima de las proyecciones que se manejaban hasta ahora. En el mencionado cálculo está incorporada la esperanza del G20 que esa “modesta” lista de más de mil medidas van a poder impulsar el crecimiento del PIB de países fuera del grupo hasta un 0,5%.

Resulta sorprendente cuando se recorre la prensa internacional del fin de semana que nadie haya siquiera comentado que un paquete de “más de mil medidas” destinado a reactivar la economía mundial es esencialmente un disparate. O bien estamos ante un despropósito nacido de un mal manejo de la información periodística, o bien es el indicador de que los líderes mundiales ya han abandonado toda pretensión de comprender el estado de cosas de la economía mundial y han caído en la conocida metodología del “shopping list”.

Esta “nueva” cifra sobre el crecimiento está obviamente avalada por “nuevos” cálculos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de la OCDE. El impulso que estos organismos parecen haber calculado como efecto de la lista de más de mil medidas impacta en una décima más que el objetivo del 2% fijado en febrero, en la primera cumbre del G20 bajo la presidencia australiana. 

Como se apreciará, el impacto de la famosa lista parece ser arrasador. En el mes de septiembre, en la reunión preparatoria de los ministros de Finanzas, reunidos en Cairns, estos se mostraron más prudentes y evaluaron que las medidas aprobadas hasta aquel momento permitirían crecer un 1,8% hasta 2018. Ahora, bajo la luz de los proyectores, se habló primero de un 2.0% y, finalmente, gracias a “la lista”, de un 2.1%.

Pero el voluntarismo parece haberse desatado en la Reunión de Brisbane. La idea de continuar con la presentación de planes adicionales con más medidas para el desarrollo, que han sido discutidas por los líderes del G20 este fin de semana, permitiría superar incluso esa previsión. ¿Cuantas décimas más crecería la economía mundial? No hay datos precisos para las economías que realmente importan pero todo el mundo sabe que las posibilidades de acelerar rápidamente el crecimiento son marginales.

El borrador que ha trascendido sugiere, además, que estas medidas impulsarán el PIB de los países que no pertenecen al G20 hasta un 0,5%. El documento menciona “grandes planes de inversión” en Argentina, Australia, Brasil, India, Corea del Sur, México, Arabia Saudí y EE. UU. Y nadie menciona que la mayoría de esas economías están en algún tipo de crisis significativa.

Grandes esperanzas se depositan en el programa de inversiones de hasta 300.000 millones de euros que sería impulsado por el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean Claude Juncker y que, obviamente, quedaría incluido en la promocionada “lista” ahora en vías de ampliación.

Sin embargo, algo de sensatez parece quedar en esta peculiar reunión. Las previsiones al alza del FMI y la OCDE varias veces “mejoradas” en Brisbane por “miles de iniciativas” no lograron hacer olvidar que las economías europeas están literalmente planchadas con un crecimiento del 0,2% durante el último trimestre. Con la excepción de algunos países como España (cuyo caso ha sido llevado y traído como modelo “exitoso”) o Irlanda, que acaban de salir del CTI, el desempeño económico europeo, aún el alemán, es desastroso. Y ello, evidentemente, no podía dejar de acaparar buena parte de la atención durante la Cumbre. 

“La recuperación económica no tiene la fuerza suficiente”, fue el desafortunado eufemismo utilizado el sábado por el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy. “El crecimiento global es más lento de lo esperado, es un desigual y no crea suficientes empleos”, continuó. “Tenemos que hacer más para impulsar y sostener la recuperación global”, insistió el presidente belga del Consejo Europeo. De lo que no dijo una palabra el prudente Van Rompuy es de la tozuda posición de Alemania que se ha opuesto casi sistemáticamente a toda medida de reactivación económica y/o de expansión monetaria desde el inicio de la crisis. Y que, aunque a regañadientes, ha permitido recientemente que se aprobaran los presupuestos de Francia e Italia, deficitarios con respecto a los criterios establecidos, pero en absoluto desaforados en su monto, en especial en un contexto de inflación particularmente baja, lo que vuelve a dejar en claro el estreñimiento compulsivo de Angela Merkel en la materia.

Reporta “El País” de Madrid que el ministro de Economía español, Luis De Guindos, admitió que en una reunión llevada a cabo en la mañana del sábado, y realizada entre los principales países europeos y el secretario de Estado del Tesoro de EE UU, Jack Lew, los EE.UU. habrían presionado a los europeos para que tomen medidas mínimamente contundentes para que la actividad de la eurozona crezca al menos a un ritmo parecido al de los otros grandes motores de la economía mundial como EE. UU. o el Reino Unido. A nadie ha de sorprender esto: las diferencias entre las maneras de enfrentar la crisis entre los EE.UU. y Europa son notorias.

Aunque Lew, con esa marcada originalidad que suele caracterizar a los especialistas en finanzas, parece haber alertado, con una originalísima expresión, sobre el riesgo de “una década perdida” en la UE, los europeos fingen creer que el riesgo de una nueva recesión es cada vez menor en base a “los últimos datos” (otra novedosa expresión) que serían mejores que los anteriores y que indicarían que, a pesar de su debilidad, la eurozona está en buen camino. 

En realidad, parece increíble que este problema no se plantee con otra contundencia y claridad. Europa está radicalmente estancada. Y esto es particularmente grave, en especial cuando resulta ya evidente que también Japón tiene su economía en media asta y las economías de los países emergentes están en pleno proceso de “frenado” (China) o, directamente, en recesión técnica (Brasil), para no hablar de Argentina o Venezuela cuyos desastres son conocidos. O sea, en otros términos, a mediano plazo el único dato esperanzador proviene de la tibia “reprise” estadounidense y de algunas docenas de países emergentes (muchos de ellos africanos y algún latinoamericano de escasa envergadura) que parecen estar capeando el temporal con relativa solvencia.

Mientras, la presidencia australiana del G20, en un ataque de keynesianismo no muy esperado, presentó la inversión en infraestructuras como un aspecto clave para fomentar el crecimiento. “A principios de año, todos sabíamos que había una falta de inversiones en infraestructuras, pero no había ningún plan para lidiar con ello”, explicó el ministro australiano del Tesoro, Joe Hockey. Ahora los planes, como vimos, parecen sobrar. El G20 se ha pronunciado por una Iniciativa Global para la Infraestructura, un plan que pretende impulsar la colaboración público-privada para el desarrollo de nuevas infraestructuras. “Ya hemos puesto en marcha nuestro propio plan poniendo en contacto el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y la Comisión Europea”, explicó Juncker, que defendió su plan de inversiones. O sea, más de lo mismo y sin orientaciones claras en materia de financiamiento.

Un tema que no podía estar ausente era el de la escandalosa corrupción que se ha instalado en el mundo de las finanzas (públicas y privadas) en la última década larga. Junker, seguramente el menos apropiado de los portavoces dada las últimas revelaciones relativas a Luxemburgo, declaró impertérrito: “Queremos que los países del G20 se unan a los esfuerzos de los europeos para conseguir una mayor transparencia fiscal”. El ministro australiano Hockey, por su parte, confirmó que todos los miembros del G20 han llegado a un consenso sobre el plan de la OCDE para luchar contra el fraude fiscal, que se materializará en 2015.

Fue desde el lado político donde las cosas se pusieron más interesantes. Putin fue sometido, desde que llegó, a todo tipo de críticas. Desde las que provenían abiertamente de la prensa australiana (que tituló “Ice Cold War” para la apertura) hasta las infinitas quejas, presiones y promesas de nuevas sanciones que recibió tanto en las reuniones abiertas como en aquellas privadas.

En lo relativo a Ukrania, no hubo prácticamente líder alguno que no le dejara claro que la conducta rusa en el mencionado conflicto era inadmisible. Obama, Merkel, Hollande, Cameron, y hasta el anfitrión Tony Abboy, insistieron que se trataba de un Estado gigantesco, heredero de la Guerra Fría, ensañado con un pequeño país, de escaso poder militar y que, sobre todo, resultó ser particularmente explotado hasta el hartazgo por la URSS durante décadas. Siendo, por cierto, la catástrofe de Chernobyl, la frutilla de la torta de una conducta inadmisiblemente imperial. 

En consecuencia, en las últimas horas del sábado, la delegación rusa señaló que adelantaría su partida, después de participar de las reuniones del domingo 16. El Zarecillo volaría hacia Moscú inmediatamente después de concluidas las reuniones porque el almuerzo protocolar lo consideraba “una suerte de diversión” y sus importantes ocupaciones lo requerían. Se trataba de dejar en claro, al final de la reunión, el “berrinche” al que nos tiene acostumbrados. Pocos serán seguramente los que lo extrañen.

En vísperas del cierre de la reunión, ya se conocen algunos lineamientos definitivos de la declaración final. 

En medio de un tono que borda el exitismo, se anuncian procesos de crecimiento que resultan más que difíciles de imaginar. En particular el premier australiano, se lanzó en un balance de la reunión que resulta difícil de compartir con los pocos elementos que disponemos en el momento de concluir esta nota editorial.

Mención aparte merece el hecho de que el documento le da un espacio importante a la necesidad de reforzar los mecanismos que regulan el manejo de la deuda soberana de los países y saluda los progresos realizados en el reforzamiento de la disciplina y previsibilidad de los procesos de reestructuración de la deuda soberana. Es necesario conocer más a fondo el texto para poder saber si esto no es, ni más ni menos, que un nuevo tirón de orejas a la Argentina.


Javier Bonilla Saus

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ERDOGAN CONTRE ATATURK

LA MOSQUÉE Á L`UNIVERSITÉ

Erdogan vise la destruction de l´Etat laïc turc et pousse l´islamisation de la socièté en plein essor du totalitarisme djihadiste




Recep Tayyip Erdogan



Le gouvernement turc veut des mosquées dans toutes les universités d'Etat

Le Monde.fr avec AFP | 21.11.2014

La présidence des affaires religieuses turque (Diyanet) a annoncé vendredi 21 novembre son intention de construire une mosquée dans chacune des universités d'Etat du pays.

Les édifices religieux « sont en construction dans plus de quatre-vingts universités. Quinze d'entre elles ont déjà été ouvertes aux fidèles et nous allons en ouvrir cinquante autres en 2015 », a détaillé Mehmet Görmez, le président de la Diyanet, interrogé par l'agence de presse gouvernementale Anatolie.

Selon M. Görmez, des imams payés par le gouvernement — comme c'est la règle en Turquie — seront chargés dans chacune de ces mosquées de proposer leur aide aux étudiants en difficulté. 

« RAMENER LES MOSQUÉES AU CŒUR DES POPULATIONS »

La moyenne d'âge dans ce pays de 76 millions d'habitants est de 30 ans, et le gouvernement entend avec ce projet séduire les étudiants. « Il y a vingt millions de jeunes dans notre pays et nous voulons être capables de toucher chacun d'entre eux », a expliqué M. Görmez. Ces mosquées « seront l'endroit où ils [les jeunes] éprouveront l'amour de Dieu dans leur cœur », a-t-il assuré.

Pour le président de la Diyanet, les universités sont surtout des places stratégiques pour implanter ces édifices :

« Nous attachons beaucoup d'importance aux mosquées dans les universités urbaines. Elles sont le seul moyen de ramener les mosquées dans les vies, les villes et les cœurs de nos populations. »

LE GOUVERNEMENT ACCUSÉ DE VOULOIR « ISLAMISER » LA SOCIÉTÉ

Depuis l'arrivée de l'islamo-conservateur Recep Tayyip Erdogan à la tête du gouvernement, en 2003, le pouvoir est fréquemment accusé par ses détracteurs de vouloir « islamiser » la société turque. Les gouvernements de M. Erdogan, élu président de la République en août, ont validé des mesures restreignant l'alcool et le tabac et ont autorisé le port du voile islamique — interdit dans les institutions et les organisations publiques — aux fonctionnaires, aux étudiantes et plus récemment aux lycéennes.

La Turquie est une république laïque musulmane. Son fondateur, Mustafa Kemal Atatürk, avait imposé dans les années 1920 la séparation des pouvoirs politique et spirituel. 

LINK: http://www.lemonde.fr/europe/article/2014/11/21/le-gouvernement-turc-veut-des-mosquees-dans-toutes-les-universites-d-etat_4527489_3214.html#xtor=AL-32280270

viernes, 21 de noviembre de 2014

Conferencia de Prensa del Procurador Gral de la República, Jesús Murillo Karam (Iguala - Ayotzinapa - Guerrero)

 

 María de los Ángeles Pineda Villa. 

Ma de los Ángeles Pineda y su esposo ex alcalde de Iguala

 

UN LAMENTABLE ESPECTÁCULO TRAS UNA HISTÓRICA MATANZA


El PRI mexicano es el régimen que responde, de manera perfecta, al modelo populista latinoamericano por excelencia. Su permanente manipulación, violación e ignorancia del estado de derecho, su “modus operandi” basado en la corrupción generalizada de gobierno y población, su desprecio por toda actitud ciudadana liberal, republicana y democrática y su reemplazo por un repugnante relato, a la vez paternalista y despreciativo de “el pueblo”, ese lo que explica el terrible asesinato ejecutado en el Estado de Guerrero el dia 26 de septiembre en Ayotzinapan.

Las condiciones de ejercicio absoluto del poder por el PRI y sus acólitos, son envidiadas desde hace décadas por sus colegas latinoamericanos como Maduro, Correa, los Kirchner, Morales, Ortega, etc.
En este caso de crimen organizado por agentes estatales, destacan el alcalde municipal de Iguala,  integrante del PRD (partido “progresista” socio intermitente del PRI), dio la orden de “desaparecer” a los 43 normalistas que “molestaban” a su esposa y la amante del Gobernador del Estado, Ma de los Angeles Pineda. El Gobernador del Estado de Guerrero, Angel Aguirre Rivero (también “progresista” del PRD) asi como José Luis Abarca, además de compartir todas las virtudes de la Sra. Ma. de los Angeles Pineda, compartían una estrecha asociación con ”Guerreros Unidos”, grupo del crimen organizado que trabajaba con este amoroso triángulo.

Abajo ofrecemos el lamentable espectáculo de la conferencia de prensa ofrecida por el Procurador General de la República, (ya “renunciado” en el momento), Jesús Murillo Karam, intentando disimular la inacción y responsabilidad de los funcionarios municipales, estatales y Federales.

De la responsabilidad del Secretario de Gobernación y de la del Gobierno Federal, no se habla.



jueves, 20 de noviembre de 2014

FINANCE: LA CULTURE DE LA TRICHERIE

   

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Les banquiers, tricheurs par culture

LE MONDE ECONOMIE | Nathaniel Herzberg

Les banquiers n’inspirent pas confiance, c’est là un euphémisme. Chaque nouvelle enquête le rappelle : aucun secteur professionnel ne suscite autant de rejet dans l’opinion, « si ce n’est les hommes politiques, les criminels emprisonnés… et les vendeurs de voitures », précise Michel Maréchal, professeur d’économie expérimentale à l’université de Zurich. Le chercheur ne va rien arranger à l’affaire. Avec son collègue de Zurich, Ernst Fehr, et Alain Cohn, de l’université de Chicago, il publie dans la revue scientifique Nature, jeudi 20 novembre, un article qui met en évidence la « culture de la triche » en vigueur dans le secteur bancaire.

Les trois chercheurs s’intéressent depuis des années aux identités professionnelles et à la façon dont celles-ci peuvent contribuer à construire des comportements plus ou moins éthiques. « Les récents scandales financiers, du dossier Kerviel à l’affaire du Libor, et la conviction des experts que les normes en vigueur dans le monde de la banque pouvaient expliquer ces dérives nous ont convaincus de la nécessité d’élaborer un protocole », explique M. Maréchal. Un dispositif assis sur le plus célèbre et le plus simple des jeux de hasard : pile ou face.

Une grande banque internationale a mis à la disposition des universitaires 128 de ses employés, issus de tous les secteurs – banque privée, gestion du risque, traders, ressources humaines – et de tous les niveaux. A une condition : conserver l’anonymat (la suite lui donnera raison). La cohorte, en moyenne onze ans et demi d’expérience dans le secteur, a été scindée en deux. A tous a été posée une série de questions portant sur leur bien-être, suivie de sept questions distinctes. Le premier groupe s’est vu interroger sur son identité professionnelle (dans quelle banque travaillez-vous ? quelle est votre fonction ?…) ; le second, sur d’autres sujets (quel est votre loisir favori ? combien d’heures regardez-vous la télévision chaque jour ?…).

A pile ou face

Les affaires sérieuses ont ensuite commencé. Les cobayes ont été invités à lancer dix fois une pièce et à noter le résultat. Ennuyeux et banal ? Pas tant que ça, car le jeu était intéressé : chaque lancer retombant côté « face » rapportait 20 dollars ; « pile », au contraire, ne rapportait rien.
Tricher ? La tentation était grande. Les joueurs n’étaient pas observés. Un résultat hors de la norme pouvait aisément être attribué au facteur chance. Un, peut-être deux, mais pas dix ou vingt… Que pensez-vous qu’il advint ? L’échantillon de contrôle rapporta un taux de 51,6 % de lancer « gagnant », « ce qui n’est pas significativement différent de 50 % », indiquent les chercheurs. Qui concluent que les banquiers ne sont pas malhonnêtes par nature.

En revanche, dans l’échantillon placé dans des conditions professionnelles, la pièce tomba du bon côté dans 58,2 % des cas. Ce qui n’a plus rien de normal. En considérant que personne ne triche contre son intérêt, le calcul de probabilité estime à 26 % le taux de tricheurs dans le groupe étudié.

Le même exercice a été reproduit avec des employés d’autres secteurs. Aucune différence statistique n’a été observée entre les joueurs placés en situation professionnelle et le groupe de contrôle. Et avec des étudiants : même résultat. En revanche, un autre groupe de 80 employés du secteur bancaire venus d’autres établissements se sont avérés très… chanceux. Ce n’est donc pas la banque d’origine mais bien le conditionnement professionnel qu’il faut incriminer. « Les normes et règles informelles en vigueur dans le monde de la banque privilégient les valeurs matérielles et poussent à une attitude malhonnête », concluent les chercheurs.

Marie-Claire Villeval, professeur d’économie (CNRS, université de Lyon), invite à poursuivre les recherches en se focalisant sur la « prise de risques » et à reproduire une telle étude avec des hommes politiques confrontés à de possibles gains électoraux. « Il n’y a aucune raison de penser que seul le secteur financier soit concerné », juge-t-elle.

Les chercheurs suisses insistent, eux, sur la nécessité de « modifier la culture professionnelle des banquiers ». Mettre en place un « serment », à l’image de celui d’Hippocrate prononcé par les médecins ; écarter les bonus qui favorisent un comportement en conflit avec l’intérêt du client ou de la société ; introduire des primes qui récompensent une attitude « citoyenne ». Le rêve appartient-il à la culture professionnelle du chercheur ?

 Nathaniel Herzberg
Journaliste au Monde

domingo, 16 de noviembre de 2014

Brasil: la incontenible corrupción del populismo PT




            
                 Bajo su gobierno la corrupción adquirió niveles desconocidos e inimagibles. Ahora
                 es un poco tarde para querer “lavarse” la imagen.

El gran escándalo
Por Eric Nepomuceno, para “Página 12“
Río de Janeiro, 16/11/2014

En los últimos días, Brasil vivió escenas hasta ahora impensables. 

Por ejemplo: el director-presidente de la Camargo Corrêa, una de las mayores constructoras de toda América latina, Dalton Avancini, se entregó en la Policía Federal en San Pablo. Junto a otros altos directivos de la empresa fue conducido, en un avión de la policía, a Curitiba, capital de la provincia de Paraná, donde todos quedaron presos.

Otro alto -altísimo- ejecutivo de otra gigante del sector, Sergio Mendes Filho, presidente y heredero principal de la Mendes Junior, creyó que ir preso y viajar en un avión de la Policía Federal sería demasiada humillación. Prefirió entregarse viajando en su jet particular.

El presidente de la Queiróz Galvao, otra enorme constructora, Ildefonso Colares Fi-lho, optó por aguardar uno o dos días antes de entregarse. Para meditar de manera tranquila y poder reunirse con sus abogados sin ser molestado, se alojó en el Hotel Fasano, en Ipanema. 

La tarifa de mil dólares por día (con derecho a desayuno) no ha sido problema. Difícil fue entender que saldría de uno de los hoteles más lujosos del país directamente a una celda colectiva, con cama de cemento y una colchoneta de ocho escasos centímetros de espesor.

Otros altos ejecutivos de las mayores constructoras de Brasil -y del continente- están detenidos, en la misma situación.
 
No hay cómo negarlo: es el mayor escándalo destapado en la historia reciente de Brasil, un país donde la corrupción integra, desde hace siglos, el cotidiano de la gente. Se barajan cifras sin que se logre saber con certeza cuántos miles de millones de dólares fueron desviados, pero no es absurdo mencionar, para empezar, una cifra de alrededor de cuatro mil millones de dólares. Se trata de descubrir cuánto fue desviado de los contratos cuya suma se calcula en unos ochenta mil millones de dólares.
Cuando la Corte Suprema empiece a convocar a acusados y testigos, se golpeará al mero corazón político del país. Se conocerán los nombres de los beneficiados por el esquema. Ya se sabe que al menos 70 fueron denunciados por la red de corrupción. Entre ellos hay senadores, diputados nacionales, ministros, gobernadores, ex ministros, ex gobernadores. Tres grandes partidos están en el ojo del huracán: el PT de Lula da Silva, su principal aliado, el PMDB, y otro aliado significativo, el PP, pero hay más.
Se sabe que todos los contratos firmados por la Petrobras en los últimos diez años tenían un margen que oscilaba entre 2 y 3 por ciento para "hacer caja" de los partidos. En el caso de los contratos más sonoros, a veces se negociaba y esa tasa podía bajar un poquito.
Si se recuerda que a partir de 2004 las inversiones de Petrobras se multiplicaron con velocidad astronómica, superando los ochenta mil millones de dólares, se entenderá que estamos hablando de cantidades siderales solamente en el rubro "propina". Si a eso se agrega la sobrevalorización de costos y el desvío puro y llano de recursos, la cuenta se pierde en el infinito.
Conviene advertir que Petrobras, como toda gran empresa estatal, siempre ha sido objeto de negocios oscuros y, a veces, escandalosamente oscuros. Casi siempre las investigaciones se hicieron de manera relajada, y los escándalos terminaron disolviéndose en el tiempo. Ahora se investiga a fondo y los resultados son elocuentes.
El tema vuelve reforzado semanas después de que Dilma Rousseff lograra una difícil reelección. Frente a una pirámide de indicios y pruebas concretas del escándalo, en algunos centros urbanos, especialmente San Pablo, capital financiera y principal núcleo antipetista del país, se exige a gritos que se decrete el impeachment de la presidenta, o sea, su deposición. Algunas voces van al grano, bramando por un golpe militar.
Es una situación extremadamente delicada. En algún momento, más temprano que tarde, se conocerán los nombres de los políticos denunciados por los delatores, que a cambio de condenas más blandas aceptaron contar lo que hicieron. Sin saber quiénes son los acusados, ¿cómo puede Dilma negociar nombramientos con los partidos aliados? ¿Y si nombra a alguien para un ministerio y a la semana se sabe que ese alguien cobró propinas para facilitar negocios a las grandes constructoras?

Más allá del gobierno, es el mismo esquema político vigente el que está bajo la lupa. En las recientes elecciones generales, las diez empresas que hicieron las mayores donaciones "eligieron" al 70 por ciento de la Cámara de Diputados. Las constructoras (inclusive las que ahora podrán realizar juntas de directores no en sus sedes, pero sí en la cárcel) declararon haber donado unos 18 millones de dólares solamente a candidatos a diputado nacional. Jamás se sabrá cuánto donaron realmente. La bancada parlamentaria de las constructoras, o sea, los diputados que deben favores a esas empresas, superan a la mitad del total de la Cámara.

Mientras persistan las donaciones privadas, las elecciones en Brasil serán siempre una especie de ventanilla en la cual las empresas invierten hoy en los que podrán transformarse en deudores mañana: diputados y senadores y gobernadores y presidentes.
Ese es solamente uno de los problemas que salta a la vista en ese escándalo. Pero hay otros.

Por ejemplo: ahora se investiga a Petrobras, la mayor empresa latinoamericana y la que realiza las mayores inversiones de la región. Pero, ¿y cuando se investigue lo que pasa en las demás estatales? ¿Qué ocurre en las empresas de energía eléctrica, que también determinan cantidades millonarias de recursos en obras de construcción? La lista es ancha e infinita.

El objetivo final de la oposición -tanto la representada por los partidos políticos, que alcanzaron niveles importantes en las recientes elecciones, como la más activa, instalada en los grandes medios de comunicación que representan los más altos intereses del capital en Brasil- es llegar a Lula da Silva en primer lugar, y a Dilma como consecuencia. Para que la estrategia resulte están dispuestos a cualquier cosa. La gran pregunta que hacen es la siguiente: ¿cómo sería posible que todo eso ocurriese sin que Lula ni Dilma se dieran cuenta?

Se olvidan, desde luego, de un aspecto esencial: la corrupción no empezó ahora. Lo que sí empieza es la determinación de investigar a fondo lo que pasa. No importa si la primera consecuencia sea tener que cortar la propia carne. Lo que importa es que se investigue y se castigue.

Nunca antes los corruptores tuvieron el mismo destino -la cárcel- que los corruptos. Y aunque todo eso no dure más que una quimera, o sea, que los poderosos poderosísimos salgan de la cárcel en pocos días, al menos se establece un antecedente.
Es muy fácil pecar de ingenuidad, pero existe la sensación -por fugaz que sea- que algo más podrá cambiar en este país.